Las microalgas combinadas con hidroponía ofrecen una producción sostenible, eficiente y rica en nutrientes para el futuro urbano.
Más allá de las hortalizas tradicionales, la hidroponía empieza a explorar un cultivo poco visible pero altamente eficiente: las microalgas. Estas crecen en soluciones nutritivas similares a los sistemas hidropónicos y requieren muy poco espacio.
Las microalgas destacan por su alta productividad, su capacidad para absorber CO₂ y su valor nutricional. Algunos proyectos ya combinan cultivos hidropónicos de vegetales con sistemas de microalgas, creando huertos híbridos urbanos.
Este tipo de cultivo podría aportar proteínas alternativas, suplementos alimentarios y biomateriales, convirtiéndose en una pieza clave de la alimentación del futuro, especialmente en ciudades y entornos cerrados.
Aunque aún es un sector emergente, la unión entre microalgas e hidroponía abre una vía innovadora hacia una producción alimentaria más eficiente y sostenible.

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